SOSTENIBILIDAD

Los envases flexible, en especial el bag-in-box (BIB) ofrece una huella ambiental significativamente menor en comparación con los envases tradicionales como botellas de plástico, vidrio o latas. Su diseño innovador utiliza una bolsa interna que requiere menos material plástico que los envases rígidos, mientras que la caja exterior, fabricada principalmente con cartón corrugado, es fácilmente reciclable. Esta ligereza junto a un transporte más eficiente (en el ingreso a producción y salida al mercado), reducen el consumo de energía y las emisiones de carbono en la cadena logística.

 

Además de su impacto ambiental reducido, el bag-in-box promueve la sostenibilidad al minimizar el desperdicio de producto. Gracias a su sistema que protege el contenido del contacto con el aire y la luz, la calidad del líquido se mantiene intacta por más tiempo. Esto prolonga la vida útil del producto, asegurando que se consuma en su totalidad y evitando las pérdidas asociadas a la degradación o la pérdida de frescura.